Trece años de fecundo aprendizaje

Nuestra Cooperativa Los Andes, a lo largo del camino recorrido en trece años de fecunda existencia, nos ha permitido acumular una experiencia muy rica, que es eminentemente ilustrativa y aleccionadora.

Esta trayectoria de luchas y triunfos nos exhorta a sumir nuevos retos en el futuro inmediato. En este sentido, es inaplazable superar algunas deficiencias, distorsiones o ideas ajenas a nuestra gestión cooperativa, pero que están presentes en nuestros sentimientos y en nuestra práctica, entre ellas las siguientes:

  • Muchos no estamos totalmente convencidos de la importancia de la educación cooperativa. Esto nos impide impulsar con audacia procesos de formación cooperativa para socios, directivos, delegados y personal ejecutivo. Profundizar la educación cooperativa implica mejorar sustancialmente nuestra gestión estratégica. Si tenemos en cuenta las exigencias de nuestro desarrollo, ya tendremos que atrevernos a superar esta debilidad, aunque el costo sea muy alto y aunque tengamos que dedicarle mucho tiempo. Pero, si descuidamos la educación, pagaremos el precio de esta omisión no solo con monedas, si no con pesares y fracasos.
  • Hay fuerza que presionan para convertir a nuestra cooperativa en una entidad financiera lucrativa como las que existen en nuestro medio, con el pretexto de rentabilizarla económicamente. Utilizan diversos mecanismos, desde los mas sutiles, con el fin de desviarnos de nuestro camino, Sin embargo, ya contamos con la suficiente fuerza y capacidad para mantenernos distintos, no solo por un imperativo jurídico, sino esencialmente por nuestra naturaleza, filosofía, historia y propósitos.
  • Nuestro crecimiento y desarrollo no debe justificar todo y ser excusa para todo. Hay debemos continuar mejorando las buenas prácticas. Por ejemplo, perfeccionar sustancialmente nuestro autocontrol cooperativo y los procesos internos. En la administración de nuestra cartera de créditos aun existe evidentes deficiencias, que se expresan en la morosidad o en créditos incobrables. Muchas veces, estas deficiencias son achacadas a los socios, cuando son responsabilidad del personal ejecutivo, aquí no estaríamos perdiendo solo dinero sino a personas porque jugaríamos con el honor de nuestros socios y perjudicando su dignidad. Ya estamos aprendiendo a proteger al socio, porque es nuestra razón de existir. Lo haremos sin renunciar a nuestra esencia
  • Es imperativo también elevar la conciencia cooperativa de los socios. La mayoría de los socios aun no son conscientes de que aquí aspiramos a supera los sistemas lucrativos; aquí al socio se le toma en cuenta en todo sentido, de manera integral; aquí hay una verdadera inclusión social. Por eso, será necesario trabajar bastante para que los socios, de manera consciente, puedan ejercer con plenitud sus derechos y con responsabilidad sus obligaciones.
  • Existen ideas equivocadas o distorsionadas respecto a los servicios de la cooperativa. Las operaciones en nuestra cooperativa son eficientes, a pesar de su complejidad. Y los socios siempre exigen rapidez y calidez en la atención, pues sienten que hay lentitud y apatía, lo que se debería corregir rápidamente.
  • Es verdad que la asamblea de socios es muy costosa y hasta amarga muchas veces. No por eso debemos eliminarla o desaprovecharla. La experiencia nos enseña que existen mecanismos y técnicas que permiten optimizar los costos en su organización y realización. Las asambleas generales hacen crecer a la cooperativa, a sus directivos, socios y ejecutivos. Las asambleas de socios también nos educan, pues aportan y fortalecen la ciudadanía y la verdadera democracia que tanto necesitamos.
  • Muchos, todavía no percibimos los cambios que se producen en nuestra cooperativa. A pesar de que los vivimos y practicamos, aún no advertimos como actúan, por qué y para qué los hacemos. En definitiva, tenemos que tener siempre presente que el propósito del cooperativismo es grande, noble y loable. Las operaciones del ahorro y crédito son solo medios. Es la persona -el socio socia- quien debe ser mejor y llegar cada vez mas lejos. No busquemos solo el tener, busquemos de preferencia el ser.
  • Estadísticamente, nuestros indicadores sociales y económicos muestran logros muy significativos, que son motivo de nuestra satisfacción. Pero no sería inteligente paralizarnos ni correcto detenernos por estos logros. No permitamos que el conformismo nos aquiete. Son grandes las necesidades económicas y humanas de los socios. Por eso, nuestra Cooperativa debe ser también Grande.
Trece años de fecundo aprendizaje